A base de sangre sudor y lágrimas se llevo adelante esta empresa. Ya desde niña supe que sería comisionada a estos asuntos y fui educada a tal fin. Aunque pensaba, al igual que la gran mayoría de nuestros clientes, que este era un trabajo pura y exclusivamente del género masculino. Con el tiempo fui aprendiendo los artes y oficios de este trabajo y comprendí el porque de la designación de mujeres en estos menesteres.
La mayoría de nuestros clientes son hombres, ellos entran por esa puerta con tal desesperación, tal grado de angustia, consternación y una aflicción que solo puede ser sobreseida por la sorpresa de encontrarse aquí con una mujer. Las clientas, si bien acuden aquí embargadas de los mismos sentimientos que ellos, cruzan esa puerta con una petulancia... un talante... y aunque no se encuentran en posición de exigir nada, lo hacen con una desfachatez... los mejores negocios los he hecho con ellas.
Tenemos clientes de toda clase, con distintas necesidades claro esta. Desde grandes personalidades a desdichadas almas pérdidas entre burdeles y garitos. Pero casi todos conseguirán, en mayor o menor medida, lo que vienen a buscar.
Aunque nos quieran tildar de oportunistas preferimos que nos vean como inversionistas. Sin ir mas lejos tomemos el caso de Javier Echevarría, 27 años, poeta, no logró convencer a ningún editor para publicar uno solo de sus escritos... Y morirá como uno de los “Rebeldes Reformadores de la literatura moderna”. ¿Cuánto valdrá su alma al momento de su muerte? Mucho, eso es invertir. Es claro que todos los casos son distintos no podemos comparar el caso de Javier con Heracles que llegó aquí antes de su lucha con los diez centauros y hasta el mismo judas se sentó en esta silla para limpiar su nombre luego de traicionar a Jesús, lo que no sabía es que desde antes de cruzar esa puerta su alma ya era nuestra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario